Pie diabético

La diabetes es una enfermedad sistémica que puede provocar altos niveles de azúcar en sangre (glucosa). Un mal control de estos niveles de glucosa en sangre provocan daños en los vasos sanguíneos y en los nervios. Cuando los nervios están afectados, estos pierden su capacidad de transmitir información, lo que conocemos como Neuropatía Diabética, patología con la problemática de que  los síntomas iniciales pueden pasar desapercibidos y cuando se inician el daño nervioso puede ser considerable.

Dentro de las neuropatías provocadas por la diabetes la más frecuente es la neuropatía periférica y su localización más frecuente es el miembro inferior, y más concretamente el pie.

Los síntomas como anteriormente hemos comentado son graduales y van desde dolores difusos y parestesias (sensación de hormigueo) a una disminución de la sensibilidad o incapacidad de percibir el dolor y con ello el principal problema de los pies diabéticos, la aparición de heridas o úlceras que se pueden infectar. En un punto más avanzado ante esa pérdida de la sensación de dolor acompañado de la alteración vascular destrucción articular dentro de lo que conocemos como artropatía de Charcot.

Imágenes de deformidad mediopie y cómo se produce úlcera plantar

Imágenes de deformidad mediopie y cómo se produce úlcera plantar

Imagen clínica y radiológica de deformidad primer dedo que provoca úlcera

Para prevenir la afectación en los pies es muy importante controlar los niveles de azúcar en sangre y con ello proteger la afectación progresiva de los nervios. Y además aconsejamos en los pacientes con diabetes de larga evolución:

  • Realizar un control diario de sus pies, observar toda la planta y los dedos con ayuda de algún familiar si es necesario para detectar a tiempo alteraciones de la piel o pequeñas heridas que el paciente no es capaz de darse cuenta al tener afectada la capacidad de sentir dolor.
  • Usar zapatos cómodos y amplios para evitar roces.
  • Uso de material transpirable para mantener los pies secos y limpios.
  • Evitar aparatos externos, como las estufas, que puedan provocar quemaduras o heridas.
  • Cortar y cuidar con mucho cuidado las uñas así como observar deformidades en los dedos que puedan ocasionar roce entre ellos.
  • Observar cambios tróficos en la piel así como deformidades que puedan estar demostrando que se está produciendo una deformidad por destrucción de las articulaciones del mediopié o el antepié.

Como especialista en pie y tobillo, quiero destacar en primer lugar antes de hablar del tratamiento que este tipo de patología requiere un abordaje multidisciplinar. Son pacientes que precisan de una unidad de pie diabético compuesta en mi entorno por:

  • Médico de Familia es el profesional en primera línea, el que controla y realiza un seguimiento más estrecho del paciente.
  • A nivel Hospitalario, Endocrino para el control de la enfermedad sistémica.
  • Cirugía General para el tratamiento y control de úlceras y cuando es preciso Cirugía Plástica para cubrir los mayores defectos.
  • Cirugía Vascular si precisa. Cuando existe una deformidad en el pie que ocasiona úlceras de repetición o grandes alteraciones en la marcha es cuando el traumatólogo debe valorar que tipo de tratamiento precisa el paciente según la deformidad, estadio de la enfermedad a nivel musculoesquelético y el riesgo beneficio del tratamiento.
  • Acompañado siempre de otros profesionales extrahospitalarios como son los podólogos para control ortopédico de la deformidad.
  • Cuando existe infección, control por medicina interna infecciosas.
  • Por otro lado de grandísima importancia es el papel de enfermería especializada, esenciales en el tratamiento y cura de las úlceras así como la evolución postoperatoria de estos pacientes.

Radiografías de un mismo paciente. Un pie sin afectación y el izquierdo con afectación.

Paciente con gran deformidad de tobillo con infección tratado mediante fijación externa y terapia de vacío para tratamiento de úlcera.

Paciente con gran deformidad de tobillo con infección tratado mediante fijación externa y terapia de vacío para tratamiento de úlcera.

Dentro de la cirugía ortopédica, los pacientes que requieren tratamiento van desde pequeñas cirugías para corregir deformidades de los dedos hasta grandes deformidades que requieren reconstrucciones con fijación interna y/o fijación externa. En nuestro entorno usamos la fijación externa habitualmente, gracias a los grandes maestros que hemos tenido, doctor Villareal y el doctor César Salcedo, y que es una técnica que nos permite realizar correcciones progresivas de las grandes deformidades y también poder realizar un mayor control de las infecciones.

En ocasiones si la infección no se puede controlar con cirugía conservadora del miembro, para proteger la vida del paciente y que la infección no se disemine, debemos realizar cirugía agresiva mediante amputación, bien parcial o completa.

Aconsejamos llevar una vida sana, un gran control de la enfermedad y un cuidado de nuestros pies para evitar que el cirujano ortopédico tenga que intervenir.

Gracias al Doctor García Paños por compartir su experiencia y trabajo acerca del tratamiento del pie diabético.


Doctores Carrillo Piñero y García Paños
Unidad de pie y tobillo
Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca
CTA Hospital HLA La Vega. Murcia

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