No confundamos esta calcificación con algo que tenemos porque sí. “Tengo un espolón que ha salido de la nada, mala suerte”, pues NO!
Es una calcificación del tendón, dentro de lo que conocemos como la tendinopatía insercional del tendón de Aquiles. Y como la mayoría de las tendinopatias existen más de un factor que se relaciona con su aparición:
👉🏼Forma de calcáneo (Haglund), con su volumen y sus ángulos (uno de los más importantes el de Fowler-Phillips)
👉🏼Alteraciones del colágeno
👉🏼Sobrecargas o microtraumatismos de repetición
👉🏼Alteración-Acortamiento del sistema Aquileo Calcáneo Plantar
👉🏼Nutrición-Medicamentos
👉🏼Sobrepeso-Deporte
No todo es 2+2, en medicina pocas cosas! Por eso TENEMOS QUE ANALIZAR ESE “SIMPLE ESPOLÓN” COMO SIGNO DE UN CONJUNTO DE COSAS, PARA DIAGNOSTICAR Y PARA TRATAR!!!!.
Es más; cuando lo tratamos quirúrgicamente si que quitamos “el espolón”, pero hacemos más cosas: quitamos el tejido de tendón que está mal, eliminamos inflamación, disminuimos volumen de calcáneo, alargamos el sistema tendinoso si es necesario….. y más cosas, todo lo que sea necesario.
